Presencias ausentes: Conversaciones con palestinos en Israel
del autor contemporáneo David Grossman
David Grossman, nacido en
Jerusalén, en 25 de enero de 1954. Estudió filosofía y teatro en la
Universidad Hebrea. Comenzó su carrera profesional como corresponsal y actor en
la radio, más tarde como presentador de un programa infantil en la televisión.
En el ámbito literario,
dedicó sus primeras obras a niños y jóvenes. A partir de 1983 se dedicó a
escribir obras para adultos. Grossman, como activista por la paz, durante la
segunda guerra del Líbano, en 2006 pidió al gobierno israelí aceptar un cese al
fuego con el fin de crear una base para una solución negociada. En aquel
momento se produce un cambio radical en su vida: la muerte de su hijo, “soldado en el ejército israelí” y desde entonces crítica con dureza la
guerra y el uso de la violencia para la solución de conflictos. Llegados
a este punto, cabe preguntarse: en primer lugar, ¿cuál es el estilo adoptado por
nuestro autor?
David Grossman, pude saber
que es valorado por su lógica literaria, interna y por su dosificada
información. También, por el estilo penetrante y por su capacidad de cavar
hondo en las heridas emocionales.
En segundo lugar, ¿cuáles son sus obras?
Las obras de Grossman
habían sido traducidas a muchos idiomas, con numerosos premios. La
primera obra literaria fue publicada a comienzos de los años 80. Al
margen de la ficción, Goossman, autodeclarado pacifista que aboga por un
entendimiento entre israelíes y palestinos, ha escrito:
1. El
Viento Amarillo (1987), en
donde expone la vida de palestinos en Cisjordania.
2. La
Muerte Como Forma De Vida (2003),
reunión de artículos sobre el conflicto israelí-palestino,
3. La
Miel Del León (2006), sobre
el personaje bíblico de Sansón, o Escribir
En La Oscuridad (2008),
ensayo sobre literatura y política.
4. Y
por último, Presencias
Ausentes (1993),
conversaciones con gente de Palestina en Israel. Libro que vamos a
trabajar en esta reseña. Una novela (originalmente publicada en Israel,
en 1993), pero según las conversaciones realizadas entre David y los árabes del
84, observamos fechas aproximadas a los años 1987; (en la pág.: 52), y 1991,
(en la pág.: 13), etc. Algo que nos hace pensar, que la obra fue escrita
a los largo de varios años. Sin embargo, su primera edición en español, fue un
año después de la publicación del mismo, en enero, de 1994.
Es el autor más prestigioso en su
país, por su compromiso en el entendimiento entre palestinos e israelíes.
Esta obra de Grossman no es, exactamente, un libro de entrevistas con
palestinos. Aparecen relatos de la vida cotidiana, opiniones de la calle,
impresiones personales y hasta acaloradas discusiones entre los mismos
palestinos. Un perfil que se encuentra en el olvido.
Por tanto, Graossman, intenta fomentar la compresión del largo y doloroso
problema palestino.
Pretende el acercamiento a la vida cotidiana de casi un millón de árabes. Son
los llamados “árabes israelíes”
y “árabes del 48”, fecha aproximada a la guerra de 1948, que determinó el
llamado “Estado de Israel”. Y son
los palestinos que perdieron sus tierras y bienes, cuando se fundó el Estado de
Israel (un eufemismo jurídico consideró ausentes a los propietarios árabes, que
en 1948 se vieron dentro del nuevo estado, en la tierra de Israel). Cada una de
estas dichas personas fue considerada, desde entonces como un “ausente”, y sus propiedades y tierras
fueron transferidas: la custodia de las propiedades de los ausentes.
Asimismo, según el autor, la mayoría judía se comporta con todos los ciudadanos
palestinos como si fueran presente- ausentes y son tratados como ausentes, es
decir “aunque estén, en realidad
no están”. Sin embargo, trata de los problemas sociales que enfrentan a
los palestinos, y señala la cara falsa del Estado israelí cuando durante mucho tiempo
ha presentado a los árabes que viven en su territorio como ejemplo de
integración en una sociedad pluralista. Mas la realidad es muy diferente.
También, señala que Israel, apenas ha tenido en cuenta a los árabes en sus
territorios. Grossman, por tanto, en su libro, critica la marginación y
centra la atención sobre las necesidades de aquellos palestinos residentes en
Israel y dominantes de la documentación israelí; por tanto, está hablando de
ciudadanos árabes israelíes, que están al margen de la sociedad israelí. Como
mencioné, anteriormente, Grossman conversa con palestinos de distintas
categorías, y de varias clases sociales. Dentro las mismas existen otras
clasificaciones que vamos a ver y son, en primer lugar:
· Categoría I: son los árabes del 48; ciudadanos
israelíes, entre los cuales, es importante distinguir:
-Los árabes del movimiento islámico: según David Grossman, a
consecuencia de la sensación de opresión, discriminación y de frustración, este
movimiento es el que más éxito tiene y ,adopción entre los árabes de Israel.
Buscan la solución en la religión.
-Árabes palestinas del movimiento feminista: la mujer árabe
israelí es enfrentada a dos tipos de dificultades. Por un lado, a las
consecuencias tradicionales, que desprecian al papel fundamental de la mujer en
la sociedad. Y por otro, a la marginalidad ejercida por parte del estado
israelí. En otras palabras, la mujer de 48 es víctima tanto del machismo
árabe como del racismo israelí. Y pese a todo eso, en Israel, existe un
movimiento dirigido por mujeres árabes en la sociedad israelí, que trabajan
para garantizar los derechos de las árabes del 48.
-Árabes del 48 ausentes: palestinos, como bien mencioné
anteriormente.
-Árabes
palestinos de Galilea (como
es mencionado en el libro): otra categoría de palestinos que se encuentran en
los núcleos de mayor concentración árabe y, en menor medida en los de
minoría judías.
Estos árabes, sin embargo,
son más conservadores de la tradición árabe y de la identidad palestina,
rechazan el Estado israelí y la lengua hebrea y siempre unen sus votos para
votar a partidos no sionistas y apoyan a la Intifada. Algo que a sus iguales en
zonas de mayoría judía, no les conviene, ya que ellos luchan por la
igualdad de derechos entre ellos y los israelíes.
En segundo lugar, existe otra categoría, quizá más famosa por su lucha armada
contra el Estado de Israel:
·
Categoría II: Son los palestinos en territorios
ocupados. David Grossman llega a tener conversaciones con unas cuantas personas
de aquellas zonas, que, continuamente acusan a sus parientes dentro de la
frontera de Israel de no tener identidad palestina. No solamente integrada,
sino adoptada a la existencia de Israel. Personas que ya no luchan por los
mismos valores que ellos. No centran su atención en la lucha por la existencia
de un Estado palestino.
En
pocas palabras, Grossman menciona el sufrimiento sicológico que agota a los
palestinos del 48 tanto en su lucha por la igualdad de derechos en la sociedad
israelí, como por sus relaciones morales con la gente de su propia sangre
encontrada en la otra parte, en los territorios ocupados; en concreto, los palestinos
refugiados.
La
diferencia radical entre aquellos palestinos que utilizan la lucha violenta
para conseguir su Estado, y entre palestinos, como ciudadanos israelíes que ya
no ponen en cuestión la existencia del Estado israelí.
Luchan pacíficamente para garantizar sus derechos. Tan solo pretenden
dejar de ser ciudadanos de segunda categoría en el mismo estado. Pero al mismo
tiempo, nunca dejan de sentirse culpables por haber aprendido a vivir con los
judíos.
Desgraciadamente, esta
categoría no tiene una identidad clara, ni como israelíes, ni como palestinos.
Sino que, y cito textualmente la frase de un entrevistado, Zuhair Yehia: “! Nosotros no somos más que cuerpo,
mientras que ahí, en los territorios ocupados, ellos son el alma”.
Para finalizar esta reseña, David
Grossman ha conseguido llamar la atención sobre la muy delicada situación de
este tipo de minorías, de forma literaria magnifica. Se nota que es una gran
persona, una persona consciente del sufrimiento del otro. Grossman, sin duda,
es un gran autor contemporáneo.
Realizado por Ranim Solayman
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