lunes, 17 de marzo de 2014

¿ISLAMIZACIÓN, ARABIZACIÓN O HISPANIZACIÓN?

Al- Ándalus, en sentido amplio, todo el territorio peninsular, cuyas fronteras no establecidas, debido a los enfrentamientos entre los arabo-musulmanes y los cristianos del norte.  En sentido más estricto, comprende Portugal y España.

Este artículo se limita, por una parte a describir el origen y la historia de España, que comprende casi mil años de guerra civil, desde tiempos visigodos hasta la expulsión de los moriscos en finales del siglo XVI.
Centraremos por una parte, en la época, en la que entran los árabes a la península Ibérica. Y por otra parte a analizar dicha historia de Hispania desde distintos puntos de vista. 
Así, comenzaremos con el título de nuestro artículo:

¿Conquista o Invasión imposible?
 ¿Islamización, arabización o hispanización?
¿Qué pasó en Al- Ándalus?

Para empezar, me gustaría definir lo que entendemos, como estudiantes e investigadores por los diferentes términos, así como; en primer lugar, ¿Qué significa arabización?
Cabe decir que el termino arabización describe una creciente influencia cultural, sobre una región no árabe, que gradualmente se transforma en una, que no solamente, adopta la lengua árabe, sino, también incorpora elementos nucleares de la cultura árabe.
Este tipo de alimentos culturales se extendió gracias a la expansión del Islam, en el siglo VII. Como, por ejemplo, en los actuales países árabes, que comprenden la gran región, desde el Golfo Arábigo, hasta el océano Atlántico. En las cuales, y tras la mezcla entre los nuevos conquistadores musulmanes arábigos con los pueblos indígenas de toda aquella zona, se transmite la lengua árabe. Cabe mencionar que los mejores autores y escritores de la literatura árabe contemporánea de la lengua árabe, son cristianos orientales, siorio-libanese. Dicho esto, porque desgraciadamente, algunos investigadores y orientalistas, acusan a los musulmanes, con frecuencia en obligar a los no árabes a adaptar la lengua árabe.
En segundo lugar, que entendemos por "islamización": el termino Islamización, hace referencia al proceso de conversión a la religión musulmana en una región que, anteriormente, tuvo otras creencias religiosas. Así, como en el caso de la región extendida entre Asia, Europa y África. Estrictamente, desde Rusia, hasta El Oriente Lejano, como, en Filipinas, Malasia, China, etc. Finalmente, en muchos países africanos, como Nigeria, Mali, Sudán, etc. Así que, todos estos pueblos son musulmanes no dominantes de la lengua árabe.

En tercer lugar, es necesario hablar del concepto “La Hispania musulmana”, o “la revolución islámica en Occidente, ejercida por españoles convertidos al Islam.

Cabe señalar que esta visión procura la eliminación del elemento árabe en la civilización de al- Ándalus. Tal y como, expone muchos investigadores y académicos españoles, como no españoles. Antes de profundizarnos en este asunto, vamos a señalar, como todos sabemos, la civilización árabe tuvo gran éxito a lo largo de la historia, concretamente durante La Edad Media. Sí que, muchos de los grandes científicos, aunque no eran, solamente árabes, sino, también, de otros pueblos convertidos al Islam, pero, el reconocimiento de que la lengua árabe, era lengua prestigiosa, lengua de ciencia es fundamental. Según lingüistas es la lengua que nunca muere, la más conservadora desde su surgimiento el La Península Arábiga, hasta la actualidad.
Llegado a aquí, cabe proponer otra pregunta ¿realmente invadieron los árabes España? o ¿al- Ándalus era hispanizada, gracias a los españoles musulmanes, hartos de la guerra civil, en todo el territorio?
Antes de responder a esta pregunta, hablaré en breve resumen sobre la Hispania Visigoda. Sin embargo, la Hispania visigoda es la denominación del periodo histórico que abarca el asentamiento del pueblo visigodo en la Península Ibérica, entre mediados del siglo V y a comienzos del siglo VII. En breve resumen hablaremos de la historia visigoda:

Desde el siglo III al V, dos pueblos germánicos habían cruzado la península ibérica, los suevos y los  vándalos, así como los alanos, un pueblo iranio, que existe todavía en Osetia, en las montañas del Cáucaso. Hacia el 409 o 410, se tienen noticias de la entrada por los Pirineos de un número no determinado de suevos, el pueblo germánico de mayor complejidad cultural, ocupando el noroeste de la península, lo que es Gallaecia, con capital en Braccara. Los suevos ocuparon entonces buena parte de la península, con capital en Emérita Augusta, la actual Mérida. 
Tal acción impulsó al Imperio romano a pedir nuevamente a los visigodos, a través de su rey Teodorico II, la ayuda precisa para controlar Hispania. Una vez entradas las tropas visigodas en la Península, y el poder cae en sus manos, asimismo en el año 476, ya se habían asentado en la península Ibérica, menos la zona noroeste.
La monarquía visigoda conoció un momento de debilidad durante el siglo VI. Al final del reinado de  Teudis se trasladó la capital a Toledo
En cualquier caso, según la historia clásica, hacia el 710 se suceden los enfrentamientos por el trono tras la muerte del rey visigodo Witiza. Asimismo, se conviene en que Witiza había pactado antes de su muerte la conquista musulmana de la península Ibérica para el control del reino.


Las fuerzas del Califato Omeya, tras haber conquistado el norte de África, cruzan el estrecho de Gibraltar y conquistan Toledo, venciendo tras la ganancia en la batalla de Guadalete.
imagen de la batalla de Guadalete.

Pedro chalmeta, señala en su libro, Invasión e Islamización, la sumisión de Hispania y la formación de al- Ándalus”, que el fin del reino visigodo de Toledo seria consecuencia de la disolución interna causada por una profunda crisis política, militar, económica, ideológica, social y moral. España sufrió en todos niveles; a nivel interior, la monarquía visigoda era incapaz de controlar las ansias de poder de los distintos grupos nobiliarios. Con ello, se fomentó la posibilidad de las revueltas internas. De modo que el ejército visigodo solo pensaba en cómo destronar a Rodrigo. A nivel económico, entre los años 707 y 709, hubo mucha hambruna.
En otras palabras, según Chalmeta, el creciente malestar entre la población y la esclavitud; los esclavos eran obligados a luchar en defensa de un sistema por el que sentían escaso anulo apareció, ellos derrocharían cuando se enfrentaron con las tropas de Tariq.
Hablando de una invasión, conquista o hispanización islámica; ciertamente, es un punto de disputa muy actual entre los académicos españoles, que sí Al- Ándalus se formó gracias a los árabes, más concretamente, a los omeyas o, a los españoles convertidos al Islam, artos de la guerra civil y del malestar que sufrieron en la época visigoda.
En cuanto a la invasión, Chalmeta señala la existencia de dos posturas; una de ellas, es la de una conquista devastadora como una ordenada imposición cultural y religiosa de la civilización árabe, desde el primer momento. La otra, es la islamización religiosa, más extendida, a pesar de respeto a las religiones monoteístas, el judaísmo y el cristianismo, a cuyos finales el Corán llamo “Gentes del libro”. Algo que justifica la relativa y rápida conversión al Islam, de un sector de la población visigoda.
La arabización cultural basada en la introducción de la lengua árabe como lengua de comunicación entre los hispanos, bereberes y árabes fue muy tardía, al igual que en Oriente, el Califato Omeya, de Damasco tardó alrededor de un siglo en abandonar el griego como lengua oficial administrativa en beneficio del árabe. Sin embargo, a principios del siglo VIII la lengua oficial en al- Ándalus sigue siendo el latín.
Pero, Ignacio Olagüe quien, como veremos, fue un nacionalista español de origen vasco atraído por el pensamiento de uno de los teóricos españoles del fascismo, Ramiro Ledesma Ramos (1905-1936) - se haya convertido en libro de culto de conversos musulmanes y andalucistas. Ignacio en su libro titulado, La Revolución Islámica en Occidente, que había sido publicado en el año 1974, por la Fundación Juan March. En el libro asegura la teoría de que los árabes nunca gobernaron al- Ándalus. 
Olagüe no solamente rechaza la existencia de la arabización, a nivel cultural, sino también la existencia de los mismos árabes en la Península.   
El principal objetivo del libro de Olagüe es limitar al máximo la intervención “foránea”, “extranjera”, en la historia de España, en una versión específica de ese “miedo al invasor”. Es otra variante de un viejo fenómeno, el de la hispanización de lo árabe.



Olagüe intentaba convencer al lector de que, siendo imposible que los ejércitos árabes hubieran tenido la capacidad logística para alcanzar un territorio tan alejado de sus bases en Oriente, no existían testimonios contemporáneos fiables que demostraran su llegada a Hispania. Esta teoría, según la investigadora Maribel Fierro, esa teoría suele llevar a que “el intruso semita [sea] siempre sorprendido y vencido por el nativo y sometido a un lavado que nos lo devuelve limpito de sangre, hispanizado y con perfil de renegado de cuanto fueron sus orígenes y naturaleza”. Añade Maribel que para Olague,  la revolución islámica de Occidente entre las comunidades musulmanas españolas de conversos y entre sectores nacionalistas andaluces. Es admirable como [sic] nos deja perplejos cuando demuestra con argumentos de autores cristianos que la Mezquita de Córdoba estaba construida doscientos años antes de la pretendida invasión.
Por otro lado, hay que reconocer que como bien dice Eduardo Manzano Moreno, en un artículo muy reciente, que esa misma idea fue acogida con entusiasmo, por grupos de musulmanes conversos españoles, tal vez comprensiblemente hartos de tener que estar todo el día demostrado lo respetable de sus creencias frente a quienes solo se empeñan en descalificarlas: si se confirmaba que el islam había llegado pacíficamente  la península -debieron de pensar- tal vez se podían deslegitimar los absurdos argumentos de tanto aprendiz de reconquistador como últimamente venimos padeciendo en nuestro país.

Para concluir, no ha de negar las evidencias históricas, muchas pruebas afirman que los árabes sí que gobernaron a Hispania, de modo que el conquistador Musa ibn Nusayr comenzó a emitir piezas de oro con leyendas en latín y fechadas en 712 o 713 y en las que se leía la profesión de ley musulmana: Non deus nisi Deus (No hay más dios que Dios). Además, han llegado hasta nosotros innumerables precintos y sellos de plomo con inscripciones en árabe que citan a los gobernadores que aparecen en las fuentes escritas. 
La moneda se encuentra en el Museo PRASA en Terrecampo (Córdoba)
Es cierto que las crónicas árabes tardan seis o siete décadas más en aparecer, pero esto no tiene nada de particular. La conquista fue llevada a cabo por soldados y todavía habría de tardar algún tiempo hasta que la sociedad árabe andalusí comenzara a tomar cuerpo. 
Culturalmente, la arabización en Al- Ándalus fue mucho más lenta que la Islamización. Los árabes nunca imponían su lengua a los demás pueblos, pero debido a su naturaleza, siendo lengua del Corán, libro que en su primera aleya trasmitida de Alah en medio del Ángel Gabriel, al profeta, -la paz sea sobre él Muhammad- de cuyo nombre Iqraa, “lee”. Por tanto, si hablamos de la extensión de la lengua árabe, es debido a ser lengua de ciencia.
Hoy día, nos encontramos ante distintas visiones y disputas de tipo histórico, cuando se trata del periodo arabo-musulmán en la Península.
Es llamativo, el intento de algunos académicos e historiadores españoles de la provocación sobre el papel arabo-musulmán en aquella brillante época. ¿por qué no se reconoce, que aquella época era la única que establecía, en primer lugar, la paz interna, es decir la estabilidad en todos ámbitos. En segundo lugar, el desarrollo literario y científico.
Es triste, cuando algunos intentan quitarle al pueblo su memoria histórica, cuando hablan de una conquista imposible, sin ofrecer suficientes argumentos que justifican este tipo de visiones.


Fuentes:
Web:          1. Wikipedia
                    2. http://blogs.elpais.com/historias/2014/02/invasionhispania.html
                    3. http://pendientedemigracion.ucm.es/info/historia/ortega/1-08.pdf


 Libros: 
 Chalmeta Gendrón, Pedro: Invasión e Islamización, la sumisión de Hispania y la formación de al- Ándalus, Editorial Mapfre SA, 1994, 442PP. 


                                                                                       Artículo redactado por Ranim Solayman

martes, 11 de marzo de 2014

LOS MANUSCRITOS ANDALUSÍES EN ARABIA SAUDÍ المخطوطات الأندلسية في الرياض


معرض الكتاب الدولي ٢٠١٤ في الرياض
والمشاركة الإسبانية بعدد من المخطوطات الأندلسية

El embajador español publica en el periódico “Hoy”: todavía conservamos libros y manuscritos andalusíes
Publicado en el 10/ 03/14
Autor del artículo: Zakaria Al- Abbad
Traducción realizada por Ranim Solayman

Durante uno de los actos del Encuentro Internacional del Libro, en la capital saudí “Al- Riad”, en el Club Literario de la zona del Este, el embajador español en dicho país, Joaquín Pérez-Villanueva, asegura que la participación española en la exposición del “Libro” es muy importante para el acercamiento entre las relaciones históricas arabo- hispánicas. No obstante, el embajador añadió en el periódico “Hoy” que España participó en la exposición del Libro aportando muchos manuscritos, que reflejan la historia común entre las dos civilizaciones, la arabo oriental y la occidental; con la finalidad de demostrar al mundo árabe que España, por su parte, conserva los libros y manuscritos andalusíes.
En el mismo acto, la especialista española de Estudios Árabes e Islámicos, Cristina Adi, dio una conferencia organizada por el escritor Abd Muhsen Al- Shebel. Por un lado, explicó una parte de la historia cultural y científica de Al- Ándalus acompañando su discurso con imágenes de varios de los manuscritos más importantes que se encuentran hoy en día en España. Y por otra parte, anunció que la civilización musulmana en Al- Ándalus influyó en el desarrollo de la civilización occidental. Del mismo modo, demostró que los españoles en la actualidad, en cuanto a su relación con los árabes, muestran mucho interés por el conocimiento de la historia común entre ambos. Cristina expuso muchos manuscritos encontrados tanto en las bibliotecas de Al- Ándalus, como la Alhambra. Dichas fuentes tuvieron gran relevancia en la época de la colonización, en especial, para los occidentales con el fin de facilitar la comprensión del funcionamiento del mundo arabo-islámico. Asimismo, los manuscritos son considerados como una fuente común entre los dos mundos, pero, también, han sido objeto de discusión entre árabes y occidentales, pues los árabes los consideran fuentes árabes y los españoles, fuentes españolas.

Comentario de la lectora y traductora del texto Ranim Solayman
Ya que todos sabemos, como he mencionado más arriba en la descripción del blog, que nuestro objetivo es publicar noticias acerca de Al- Ándalus desde una perspectiva actual, me ha llamado mucho la atención este artículo periodístico y me ha parecido interesante traducirlo. Precisamente, si nos preguntamos ¿qué significa Al- Ándalus para los árabes? o ¿qué importancia tiene la participación de España con su aportación de gran cantidad de manuscritos árabes?  La respuesta a estas preguntas nos las  da un niño llamado Rayan, que tuvo gran interés por ver los manuscritos andalusíes en el mismo Encuentro Internacional del Libro. 

Imagen de un niño en el Encuentro Internacional del Libro en Arabia Saudí

Este ejemplo demuestra que Al- Ándalus en la actualidad es una historia no solamente inolvidable, sino también muy presente tanto para los árabes como para los españoles.

Sin embargo, algunos ven la emigración de árabes a España como una reconquista de Al- Ándalus. Pero, los árabes residentes en España, ya no lo ven desde esta perspectiva, sino, más bien, como un mágico hecho histórico que les resulta atractivo por haber estado protagonizado por sus antepasados.

Llegados a este punto, cabe mencionar, que este tipo de  encuentros entre los árabes y los españoles son importantísimos, como bien señaló anteriormente la conferenciante Cristina (que Al- Ándalus es la base de una historia común que une a los españoles y a los musulmanes, aunque, algunas veces  haya discrepancias entre ambos). Este tipo de encuentros crea unión y acercamiento entre las dos culturas.



La página del artículo:

lunes, 3 de marzo de 2014

الاندلس Al- Andalus



(La historia está contada de otra forma): así, comienza Javier Sanz, autor del artículo elegido.  Publicado, en el 23, de junio, en 2008.
Dicho artículo es bajo el título: ¿Descienden los andaluces de los moros?
La respuesta según el autor, “Pues aunque muchos creen que sí­, la respuesta correcta es NO.

Así que primeramente copiaré el texto tal y como lo compuso su autor original, subrayando los puntos que criticaré más adelante.

La ley islámica permití­a que los moros se casasen con cristianas, pero las moras no podí­an casarse con cristianos, bajo pena de muerte. Esto significa que las mujeres cristianas contribuyeron a la mezcla de razas y de sangre, pero el proceso inverso no se produjo, de manera que los cristianos no recibieron sangre musulmana.
Por otra parte, hay que añadir que la Reconquista, por parte de los cristianos, vací­a de población musulmana los territorios ganados. Tras la toma de Granada en 1492 por los Reyes Católicos, se expulsa a los judí­os y en 1502 se proclama el decreto de conversión forzosa (obligando a los musulmanes a convertirse o a abandonar la pení­nsula). Se pretende la unificación religiosa. Pero la mayorí­a de los moriscos (musulmanes convertidos al cristianismo) siguen manteniendo sus costumbres, lengua e incluso religión.
En 1570 Felipe II enví­a a su hermanastro Juan de Austria a sofocar una rebelión de los moriscos en las Alpujarras.
Durante varios años los moriscos de la pení­nsula ayudan a los piratas berberiscos y a los turcos, por lo que en 1609, siendo rey Felipe III, decretó la expulsión de los moriscos. Fue una gran pérdida económica, sobre todo para Aragón y el Levante, ya que muchos de ellos estaban asentados en estas zonas y dedicados a la agricultura.
¿De dónde procede, entonces, la población actual de Andalucí­a?
Pues, sencillamente, de los cristianos que repoblaron el sur: leoneses, castellanos, gallegos y aragoneses. Y para dejarlo más claro, en palabras de maestros:
§  “Podréis vosotros, amigos andaluces, gozar de la autonomí­a polí­tica que ahora deseáis. Porque sois nietos de los conquistadores cristianos podréis vivir autónomos dentro de España”. Claudio Sánchez Albornoz
§  “La ilusión de que los andaluces desciendan de los moros no se sostiene más que en la fantasí­a de algunos pseudohistoriadores y de ciertos conversos al Islam que repudian sus nombres de pila Sebastián, José, Paquita, por Abderramán, Mohamed o Aixa”. Juan Eslava Galán

Principio del formulario


Para empezar; saben que:

-      - Solamente, en España se echa la siesta. Una costumbre, no habitual, en el resto de Europa, pero en los países árabes, sí que es habitual.
-        -  Solamente, en España se saluda, cuando se cruza con otra persona sin conocerla en la calle. Sobre todo en los pueblos, ambientes más conservadores a las costumbres. ¡Qué casualidad, esa costumbre es concedida con el relato del profeta Muhammad, cuando dijo: “Oh, fieles mantened el saludo entre vosotros”!
-        - De entre todos los europeos, los españoles son los únicos parecidos físicamente a los árabes.  

Dicho sea esto, con la intención de hacer recordar a los lectores españoles que entre españoles y árabe hay una brillante historia. Y una cierta vinculación, queramos o no. 

Desgraciadamente, el autor del artículo, “¿Descienden los andaluces de los moros”? intenta manipular a sus lectores, mostrando que es vergonzoso que los españoles, cuya sangre es cristiana, pudiesen recibir sangre musulmana. Pero yo personalmente no sé si ese autor sabe que, hoy en día, en España, un gran porcentaje de los jóvenes españoles ya no son fieles a la religión cristiana, por eso, hablar de sangre y religión es algo contradictorio. Es cierto que algunos españoles se avergüenzan de tener descendencia oriental. Pero no todos. Hace cuatro años, fui de excursión a Toledo con unos amigos, donde conocí a dos españoles, mientras hablábamos sobre este asunto, me dijo uno de ellos: “los españoles y los árabes nos parecemos muchísimo, eso lo descubrí, cuando estuve en Inglaterra hace unos años. Fue cuando hice un curso en la universidad, hubo alumnos de muchas nacionalidades; alemanes, japoneses, suecos, pakistaníes, árabes y españoles. Sin embargo, siempre nos juntábamos los españoles con los árabes, yo puedo comprender a un árabe más que a un alemán. Es que pensamos casi igual, nos entendemos muy bien”. Hace ya mucho tiempo, de esa conversación, pero aquellas palabras se quedaron grabadas en mi mente.

Así que, ¿por qué avergonzarse de tener descendencia con los musulmanes?

Los conquistadores musulmanes amaban La Península, hacían lo que otros conquistadores nunca habían hecho, con el fin de establecerse en ella, y crecerla crecer junto a sus población autóctona. La construcción de los grandes palacios, escuelas, universidades, donde el saber no fue dirigido solo a los musulmanes, sino a todo el mundo, sin discriminación ninguna. La hija del rey de Inglaterra estudio  en la universidad de Córdoba. ¿Quién permitió eso si no los musulmanes?

Llegados a este punto, cabe aclarar la inconformidad con el artículo mencionado más arriba. En primer lugar, uno de los grandes errores cometidos por el autor es la mezcla entre lo que es la raza y la religión, cuando decía que los musulmanes recibieron sangre cristiana, porque según la ley islámica un hombre puede casarse con una no musulmana. Así mismo, los musulmanes, por su casamiento con cristianas recibieron sangre cristiana, en cambio, los cristianos no recibieron sangre musulmana, porque las mujeres musulmanas no se casaron con hombres cristianos. Es absurdo, la mezcla entre religión y raza, porque genéticamente no existe sangre cristiana, judía, budista, o musulmana. Más bien, personas de distintas etnias se convierten a ciertas religiones. 
En segundo lugar, la infidelidad de los hechos históricos mencionados. Lo podemos observar haciendo un breve resumen de la historia de los moriscos y de la descendencia de ellos. Durante el reino musulmán hubo única cultura, “la cultura andalusí”, y varias religiones, por tanto en Al- Ándalus, los habitantes eran cristianos, judíos y musulmanes. Tras la toma de Granada, en 1492 sucedió la primera expulsión; la expulsión de los judíos. Más tarde en 1502, fue la segunda expulsión, la de los moriscos. Sin embargo, antes de la segunda expulsión, en 1502, hubo cien años de paz y convivencia entre cristianos y musulmanes. En este tiempo, los moriscos inventaron una escritura común entre el árabe y el castellano, la escritura aljamiada,un castellano, en caracteres árabes”. En el siglo XVI, en oriente, aparece una dinastía fuerte, la dinastía otomana, por tanto Felipe III tuvo miedo de que los moriscos tuviesen contacto con los otomanos. Fue entonces, cuando, en 1609 deicidio expulsar a los moriscos definitivamente de la Península. En este tiempo no podemos decir que Al- Ándalus fue deshabitada, y que los españoles se migraron de reinos del norte para establecer en ella. Sino más bien, lo que sucedió fue que, por una lado, los cristianos que habitaron Al- Ándalus siguieron siendo los residentes autóctonos; y por otro lado, hubo muchos moriscos convertidos al cristianismo viviendo en la Península, de modo que, muchos granadinos mantenían sus prácticas religiosas secretamente. Por eso la teoría de la repoblación no es cierta. Tampoco existen justificaciones históricas acerca de la versión propuesta por el autor, sobre, si hubo un contacto directo con los otomanos o no.
Para terminar responderé por medio de la ciencia a la pregunta de Javier Sanz, acerca de si los andaluces descienden de los moriscos. La respuesta será a través de un análisis genético revela que uno de cada tres españoles tiene marcadores genéticos de Oriente Medio o el Magreb. Apareció en un artículo publicado en El Mundo, del cual hablaré más detalladamente en el próximo artículo.

Fuente del texto: descendencia de los andaluces.
 http://historiasdelahistoria.com/2008/06/23/%C2%BFdescienden-los-andaluces-de-los-moros